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mackarenaduhalde

De la Conciencia de la Mente, a la Conciencia del Corazón


El año pasado estuve muy dedicada a trabajar en la expansión de conciencia: visibilizar los problemas, tomar conciencia de que somos más que sólo un cuerpo, que la alimentación es más que comida, que la salud es más que el peso corporal y que a veces se disfraza de estética (y viceversa). Sin embargo, lo que he estado viendo en la práctica atendiendo personas, se alinea con algo que he venido sintiendo en este último tiempo: y es que sólo hacerse consciente se transforma en un proceso muy mental. ¿Ayuda? sí! sin duda es el puntapié inicial, pero la tarea no termina ahí. Ya, ahora sé que esto es lo que me pasa...¿y ahora qué? Ahí surge la necesidad de abrir otra conciencia, una conciencia amorosa que provenga desde el corazón y complemente a la mente. Porque si te das cuenta, al final todos los mensajes espirituales llevan a una misma conclusión: abrir el corazón es el camino. Abrirse a las experiencias de amor, de conexión con uno mismo, con la naturaleza, con el cuerpo, con la intuición, con el Universo. Es en esa apertura amorosa donde ocurre el cambio que sana, transforma y transmuta el dolor. Cultivar esa conciencia amorosa es en parte abrir el corazón: aprender también a recibir, no sólo dar hacia afuera. De paso pregúntate ¿te permites ser nutrida emocional y energéticamente? Observar la vida con nuevos ojos, con curiosidad, admiración inocente y gratitud...eso expande el corazón. Ya no es el tiempo de cultivar tanto la mente, sino de nutrir el corazón, la conexión con el sentir. Tuvimos siglos de mente y racionalidad. Pero olvidamos lo esencial: lo que llevamos dentro, más allá de las formas. Perdemos tanto tiempo y energía en las formas! ¿y cuánto tiempo invertimos en los esencial? Es hora de reconectar con ese espacio sagrado, habitarnos con amor dentro de nuestros cuerpos. Aquí y ahora. Realmente no existe nada más. El apego al pasado, al futuro, a la perfección, nos ha enfermado como sociedad. Aquí y ahora está la respuesta. Aquí y ahora sucede la vida. Aquí y ahora puedes reencontrarte con tu luz, sanar y trascender. Los dolores del pasado, los patrones transgeneracionales, la falta de amor propio, las penas del alma que se expresan en el hambre emocional, sólo pueden ser transformados desde el corazón, aquí y ahora. Cuando te pierdas y no sepas por dónde partir: parte por el corazón. El amor, el amor por ti siempre será la respuesta para todo lo que quieras hacer y emprender. Buena suerte! Macka Duhalde. Psicología, Salud y Conciencia.


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