Si has llegado hasta aquí, seguramente te preguntarás si es normal lo que te pasa con la comida
¿Cuándo preocuparse?
¿Cuándo está involucrada la salud mental?
Si no tienes un TCA (Trastorno de la conducta alimentaria)¿no tienes ningún problema?
¿Cuándo esto deja de ser estético, nutricional, “por salud” y se transforma en algo psicológico?
Para responder tus preguntas, es que decidí crear este artículo.
Partamos por el comienzo: ¿qué es lo normal?
No hay reglas establecidas que definan "lo normal”. Siempre nos movemos dede consensos sociales, dentro de una cultura y un momento histórico determinado.
Lo que era normal en tiempos de la segunda guerra mundial, no era lo normal en la Edad Media, o lo que es ahora (sólo por nombrar un ejemplo).
¿Entonces cómo lo sabemos?
Desde el ámbito de salud, definimos algunos criterios clínicos o médicos para considerar que algo es una patología, como es el caso de los Trastornos de la Conducta Alimentaria.
No obstante, estos criterios se van revisando por expertos cada ciertos años y se actualizan los criterios y los diagnósticos también, así que la definición de Anorexia de hoy por ejemplo, es un poco distinta de la hace 5 años atrás.
Una diferencia, es que ya no considera el IMC (índice de masa corporal) como criterio diagnóstico. De hecho, yo personalmente, nunca fui diagnosticada con anorexia porque mi IMC distaba 0,5 de la puntuación necesaria en esos años.
¿Eso me convertía en una adolescente sana? En lo absoluto.
Así que ahora se considera más importante el malestar subjetivo: cuanto interfiere esto en tu calidad de vida o, dicho de otra manera, cuánto te hace sufrir.
Y aquí tus preguntas empezarán a responderse.
Antes de preguntarte ¿estoy enferma? ¿Tengo un problema? La primera pregunta es ¿cuánto te hace sufrir esto?
Algunas preguntas que podrán orientarte:
¿Cuántas horas al día piensas en comida?
¿La comida forma parte de tus primeros pensamientos al despertar, generando angustia?
¿Cuánto de tu estado de ánimo está determinado o mayormente influido por lo que pesas?
¿Has dejado de asistir a reuniones sociales por evitar comer?
¿Resuelves tus problemas comiendo y después te sientes culpable por haberlo hecho?
¿Tienes atracones o caes en momentos de descontrol de lo que comes?
¿Recurres a la comida cada vez que te encuentras ansiosa, preocupada triste o enojada?
¿Intentas ordenarte con las comidas, pero sientes que “te la gana”?
¿Te sientes restringida, incluso si no estás haciendo dieta?
¿Qué cosas has dejado de hacer por estar muy pendiente de cuánto comes y/o cómo te ves?
¿Qué cosas harías si tu mente estuviese libre de estas cargas?
¿Comes a escondidas?
¿Es la comida un tema para ti?
Una vez que identificaste si es o no un tema, o no, intenta ponerle un valor mental.
De 1 a 10, donde 1 es nada y 10 mucho, pregúntate
¿Cuánta incomodidad, angustia o sufrimiento me causa este tema?
¿Cuál es mi límite de aguante?
¿Qué tendría que pasar para disminuir un punto en la escala?
¿Qué tendría que pasar para que me decida a buscar ayuda?
A estas alturas de la reflexión espero que tengas una idea de cuánto de incomoda, cuánto te afecta y cuál es tu límite de tolerabilidad.
Comer es un acto natural.
Si no lo es, es que ya hay algo que trabajar.
Si ya pasaste por profesionales de la nutrición y ahí no se resolvió, es que el problema no está en lo que comes, sino en la relación que tienes con la comida.
Y ahí se convierte en un tema de salud mental.
Por supuesto, estas miradas no son excluyentes sino complementarias. El problema es creer que sólo se trata de comida y peso, cuando en realidad esto es mucho más profundo e implica:
Tu cultura
Historia familiar
Historia personal
Tradiciones
Significados asociados a la comida
Capacidad de conectarte con tu cuerpo (o no)
Defensas
Traumas
Y un largo etcétera que son materia de un trabajo psicológico profundo, aunque no por eso largo (eso depende mucho de los enfoques, del caso y de profesional).
¿Quedan más resueltas tus dudas?
Coméntame o escríbeme a contacto@mackarenaduhalde.com y conversamos acerca de cómo puedo ayudarte con estos temas.
Un abrazo.
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