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Sacar la basura de la casa sin juicios

Los activismos son necesarios, pero a mí me agota la idea de estar luchando. Por eso la idea de integración me llama más.


Mi integración no es la misma que la tuya. Es importante la conciencia de los procesos colectivos pero también el respeto por las individualidades.


¿Qué pasa con todas las mujeres que sientes culpa por no ser “buenas feministas”? Con las que anhelan una sociedad más justa, quieren derrocar al patriarcado pero no quieren dejar de hacer dieta porque genuinamente no les gusta su cuerpo ?


Lo bueno no es bueno para todos.

Lo malo, no es malo para todos.


Me parece fundamental en mi práctica profesional y humana, brindar espacios seguros para que mis pacientes se expresen libremente sin temor al juicio.


Integrar es poder tomar lo que te sirve y hacerlo propio. Darle tu sello, tu sazón. Que luego de haber pasado por ti tenga un sabor distinto, como una receta de arroz con leche que puede ser completamente distinta dependiendo de quien la prepare.


Tienes derecho a pensar, tienes derecho a sentir y tienes derecho a optar.


Es completamente válido que no quieras aceptarte (no sólo que no puedas).


Es completamente válido que te sientas incoherente al compararte con tus nuevos ideales que ahora conforman eso que llamas "hacer las cosas bien".


Es completamente válido que quieras cambiar tu cuerpo, aunque eso signifique decirle que si a la máquina del patriarcado.


Ahora, ¿desde dónde los vas a hacer? Creo que ahí hay una ventana de posibilidades para actuar diferente.


Independiente del nombre que le pongamos, creo en que hay que avanzar hacia formas no violentas, más amorosas o amables.


En este sentido, buscar cambiar tu cuerpo puede ser una batalla dura, competitiva, hostil, donde de seguro alguien no saldrá bien (adivina para quién) o puede ser un camino de autoconocimiento, autovaloración y apertura.


Una vez me dieron este ejemplo que ocupo para todo. Se trata sobre el rechazo.


Cuando sacas la basura de tu casa, lo haces con la firme determinación de saber que no quieres que se quede en tu espacio, cierto ? Pero no hay drama de por medio.


Te imaginas cómo sería sacar la basura con drama?


"¡Sal de aquí estúpida basura! no te quiero ver nunca más en mi vida, estúpida y mal oliente!"


Absurdo ¿no es verdad ?


¿Y por qué no parece tan absurdo cuando se trata de tu cuerpo ?


Piensa por un momento cómo te tratas frente al espejo cuando no te gusta lo que te ves ahí o cuando la balanza te arrojó un número que no te gustó.


Esto lo aprendí muy bien con una paciente que trabajo mucho en sí misma para lograr un equilibrio, cuidarse con agrado, comer en libertad y dejar de torturarse con la comida y su peso, pero una y otra vez cuando parecía que estaba a punto de lograrlo… venía un nuevo ciclo de atracones.


Luego de varias veces observar el ciclo y comprender el patrón un día vino la revelación: no quería abandonar la idea de que podía bajar de peso.


Lo que le ayudó a encontrar una versión flexible de sí misma, fue comprender que el rechazo hacia su propio cuerpo (desde el lugar de la emoción intensa al sacar la basura) le imponía metas al corto plazo donde la flexibilidad no era posible.


En cambio, comprender que esta nueva versión era un estilo de vida y no una meta puntual, abrió también la posibilidad del largo plazo, donde hay muchas más posibilidades de equilibrio natural a lo largo del tiempo.


Si pienso en el largo plazo, tener una semana de comer chatarra porque se me juntaron un cumpleaños, la navidad y la cena de la empresa de fin de año, no importa tanto, porque tengo todo el tiempo del mundo para conectar con lo que quiero comer luego de eso, equilibrando mi cuerpo de manera natural.


Lo que es muy distinto a pensar que todo se pudrió, que ya no hay más posibilidades porque lo arruiné todo, soy la peor y de tanta culpa sigo comiendo, sigo comiendo, sigo comiendo.


¿Se entiende la diferencia ?


En este caso, lo crucial fue detectar el poder emocional de rechazo a hacia su cuerpo y cómo esa “motivación” del antiguo paradigma, era en realidad un factor de riesgo para empezar un ciclo de angustia, ansiedad, descontrol, atracones, culpa y más rechazo.


Así que si no resuenas con la idea de quererte, aceptarse o lo que sea, te invito a buscar ese espacio de mayor neutralidad emocional donde puedes botar la basura de tu casa sin drama, pero con determinación.



Claramente no será igual de fácil y para eso existe ayuda psicológica en caso de que necesites.


Pero incluso si te cuesta, ya tendrás un norte, un objetivo claro para comenzar a caminar hacia allá.







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